Julián Mayorga merece sin lugar a dudas el, a veces malgastado, adjetivo de camaleónico. Si miramos hacia atrás en su carrera parecía imposible que el sensible y poético cantante que levantaba constantes comparaciones con Spinetta dejará ver esa facilidad para la parodia que hoy, en cierta manera, encarna. Pero todo estaba ahí desde el primer momento. Para seguir jugando a los adjetivos y las metáforas otro termino que define bien su música es la metamorfosis. Esa es una figura que, de hecho, aparece de manera constante en sus canciones: Criptobiosis (2012) tomaba un concepto de la biología para crear canciones que se desenvolvían como fabulas, Atlas (2014) llevó esa idea de suspensión y transformación a un terreno mas amplio, y con Nixon en la Playa (2016), Mayorga parecía salir de algún capullo convertido en una maquina de ritmos y rimas. Si bien su corriente creativa se ha apaciguado, Mayorga no ha estado quieto estos años. Tras instalarse en España hace un tiempo ha recorrido encuentros, festivales y academias donde ha podido experimentar y re-construir su sonido.
"Julián Mayorga y su clásico sonidito an(o)dino", su mas reciente EP, es parte de ese proceso que comenzó con Nixon en la Playa. De cualquier modo, en estas tres canciones el sonido parece mas pulido logrando un cuidado equilibrio entre disparate y armonía. Resulta curioso, o tal vez no tanto, que después de haber dejado su país la música de Mayorga se haya hecho cada vez mas colombiana. Esto tal vez sea pura coincidencia, pero la tarea de los que escuchamos es, muchas veces, buscar ejes y coincidencias. Al hablar de "colombiano" me refiero a un amplio ramillete de sonidos que tienen poca resonancia internacional y que hacen parte del sentir musical de ese país. Hay un encuentro con la electrónica y la vanguardia, algo que proyectos como Los Animales Blancos o Los Pirañas han explorado con éxito antes. Sin embargo, Julián le imprime su personalidad y rescata, ya desde el titulo, toda una tradición juglar.
Con "su clásico sonidito" Mayorga nos remite a toda una tradición alrededor de las grandes orquestas y los cantantes de época. Es así que se asume como un frontman tanto en lo moderno como en lo clásico de la palabra. Sin embargo, y hay que decirlo, su orquesta es él mismo. Si bien este EP destaca por las participaciones de los músicos Niels Broos y Riota Miyake su arsenal es, principalmente, electrónico. Con esas herramientas construye su propia orquesta. Una orquesta que emula, como bien pone en juego la segunda parte del nombre, un sonido andino desde una perspectiva casi infantil. Cuando aparece "Sayonara", el único tema cantado, Mayorga nos muestra esa intención siempre fabulista que se ha hecho parte de su sello personal.
A pesar de ser bastante corto este EP parece una (a)puesta para el futuro. En sus tres canciones ya están presentes todos los elementos, experimentales y folclóricos, que Julián Mayorga viene explorando en los últimos años. No parece, aún, un proyecto definitivo sino algo tomando forma hacia una nueva transformación; así como sus primeros trabajos pronosticaban la majestuosidad que sería "Atlas". Mayorga, un poco en broma un poco en serio, suele etiquetar su música como Latinofuturismo y, aunque las etiquetas son siempre engorrosas, no se me ocurre un término mejor. Su música es capaz de dirigirnos en dos direcciones: tanto al pasado de un folclor casi olvidado, como hacia la posibilidad, aun futura, de que ese folclor sea revivido por las máquinas.
ESTE EP HA SIDO LANZADO POR EL SELLO COLOMBIANO IN-CORRRECTO EN FORMATO DISQUETE. JULIÁN MAYORGA ESTARÁ DANDO ALGUNAS PRESENTACIONES EN FRANCIA DURANTE OCTUBRE.
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