Desde la primera vez que escuché y vi en vivo a Diente de Madera me llamo la atención la manera en que Jonah Schwartz (músico de origen estadounidense que fue parte de conjuntos emblematicos como Los Álamos) usa el banjo; si bien su sonido conserva ese sentimiento propio de la música autóctona norteamericana, al intervenir el instrumento a través de pedales y efectos el sonido final se debate entre lo clásico y lo experimental. Ya desde hace un tiempo Diente de Madera se presenta en vivo junto a Federico Fossati ( en shruti box) y Corina Inveninato ( en la tambura ), ambos parte de PandelIndio, creando un conjunto que sin necesidad de usar un amplificadores logra llenar de sonidos cualquier recinto. Este disco, Nadadadura, presenta los temas ya lanzados en Pichon (split con PandelIndio,) pero en formato trió y con versiones mucho mas libres y extensas tomadas del mismo aire en que fueron ejecutadas,sumando solamente una posterior mezcla y master de Gonzalo Rainoldi. Creo que no hay mejor manera de explicar la música de este proyecto que invitando a Jonah a mostrar un poco de su formula que intrínsecamente nos revela su espíritu y personalidad musical.
Nombre: Jonah
Schwartz
Bandas: Diente de
Madera, Los Alamos, Val Veneto, Springlizard, Los Palos Borrachos
Equipo: Enoch Tradesman semi-fretless banjo
in walnut.
En su corta vida,
Diente de Madera ya ha tenido varias formaciones. Empecé con el proyecto
tocando la guitarra sola y cantando, y después cambié al banjo. Un Goodtime
openback hecho en los EEUU de maple. Ahí empecé a componer para el instrumento,
y poco después agregué una pedalera casera tipo midi que armé después de
comprar un kit para poder tocar bajos y notas pedales mientras tocaba. También
empecé a mandar el banjo por un Space Echo y un Pitch Shifter para deformar el
sonido un aún más, y la voz por un DD5.
El año pasado me
entregaron este banjo, el Tradesman, que había pedido seis meses antes.
Veníamos experimentando en vivo con Pan del Indio, dúo de drone de Quilmes, y
me empezaban a acompañar arriba del escenario, tocando la tambura y el shruti
box. Al tener dos instrumentos haciendo
notas pedales durante las piezas, me empecé a sentir más libre a experimentar
con micro-afinaciones, primero con la voz, y luego con el banjo. El Tradesman,
al tener una parte del mástil sin trastes me deja mucho lugar para usar esas
micro-afinaciones para poder destacar otros matices que con un instrumento
calibrado a la escala temperada no se podía. Y a dejar los trastes pasado el
7to, puedo tocar notas más precisas más arriba en el mástil para algunas partes
de algunas composiciones.
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