viernes, 15 de febrero de 2019

Los Ciclos de Tajak

Hay ciertos terrenos, o géneros, en los que parece estar todo dicho, tanto que innovar se convierte en una tarea difícil. La psicodelia ha tenido un auge importante durante el siglo XXI, su resurgimiento en las dos ultimas décadas la ha convertido en un género establecido con sus propios totems, clásicos, festivales y exponentes modernos. Latino América no ha sido ajena a ese resurgir: países como Chile o México han llegado a forjar escenas con una identidad propia, y con proyectos que son reconocidos dentro del circuito internacional. No obstante, ¿es la psicodelia un terreno agotado? El trío mexicano Tajak parece haberse planteado esa misma pregunta y en escasos cuatro años de carrera han tratado de dar su respuesta con una serie de trabajos:  "Tajak" (2015)  "Amsterdam 211" (2017),  el EP: "Merzbow/ Forget" (2015)  y su disco del  año pasado, editado por Buh Records y Hole Records, titulado "Ciclos".

Tajak, foto por Jess Aguirre.
Lo que resulta interesante en Tajak es que, al contrario de otras bandas que se aventuran en ese estilo y sonido, su música parece no terminar de tomar forma. Su trabajo anterior, "Amsterdam 211" es viva prueba de ello: las nueve canciones no parecen responder a un sonido, o estética,  sino desembocar en el desparpajo y el caos. Bajo esa lógica la carrera de este trío mexicano ha ido creciendo a buen paso; durante los últimos dos años han participado de festivales como Integraciones (Lima), Space Fest ( Polonia) o el Levitation Festival (Austin, TX). La banda ha establecido también su propio sello, Hole Records, con el cual han ido armando un catálogo bastante interesante.

"Ciclos" es entonces un punto claro de convergencia de todo eso, no solo del buen momento como banda, sino del buen momento musical que pasa Tajak. Las ocho canciones repiten algo que se ha vuelto característico en ellos: no tienen un ritmo definido y aún así suenan parejas. Basta con escuchar el primer tema, "El Despertar", una lenta descarga de distorsiones, y compararlo con la siguiente, la extensa "El Camino", donde toman un giro hacia lo repetitivo e hipnótico. Bajo esa marcha entre arranque y suspensión, Tajak crea su propio ciclo,  y no repito el nombre del disco simplemente por referenciarlo:  es claro que la banda se propuso dimensionar su sonido y su dinámica de creación de esa manera.



Con eso, en parte, responden a la pregunta de si hay nuevos  terrenos para la psicodelia. Hace falta escapar de las formulas, como en todo género, o sonido, hay que construir una experiencia propia y evitar caer en los lugares conocidos, Tajak ha logrado eso no eligiendo una formula , sino alternando entre multiples vertientes.




Su videografía merece un espacio aparte, en paralelo a sus discos Tajak ha ido lanzando una serie de vídeos (entre lo casero y lo profesional) que resultan un excelente complemento a su actividad musical. La edición en vinilo de "Ciclos" parece estar, rápidamente, en vía de extinción, algunas de las últimas copias pueden conseguirse con la banda o con el sello peruano Buh Records.

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