Siempre ha habido marcadas
diferencias entre la música hecha en Buenos Aires y la música hecha en
provincia (el también llamado Gran Buenos Aires). Aunque divididos apenas por
una red de autopistas, pero totalmente desdibujados sus límites, la vida dentro
y fuera de estos límites es totalmente distinta configurando así también las
expresiones musicales. De hecho, hay una
tendencia interesante en varias zonas del Gran Buenos Aires hacia la música
instrumental; proyectos como Fusibles, Persona o La Tumba del Alca han hecho
carreras consistentes alrededor de un modo de expresión que prioriza la
intensidad de lo musical sobre la expresión verbal. En esa misma sintonía esta
Paso Viejo cuarteto oriundo de zona norte que con dos discos en apenas dos años
ha mostrado una rápida evolución musical. Su debut homónimo del 2015 ya
mostraba una facilidad para la creación de pasajes musicales lentos pero
intensos en los que las explosiones eran planeadas con precisión quirúrgica.
El instrumental en si me parece
un género interesante, no me gustaría definir lo instrumental bajo una categoría
genérica (post rock, stoner o cualquier otra) sino como la búsqueda de un
lenguaje más allá de lo verbal. En esa medida una banda instrumental tiene solo
dos opciones claras: lograr llegar a ese
nivel de sintonía entre instrumentos/integrantes o convertirse en una nave sin
rumbo. Con “Agua de Oro”, su segunda placa lanzada en diciembre del año pasado,
Paso Viejo comprueba ir por el camino correcto.
En comparación de su debut este
segundo disco es mucho más concreto. Es evidente que la banda buscó eliminar los pasajes cortos y apuntar hacia un trabajo como unidad. Es por eso
que las canciones guardan cierta reminiscencia, todas se van armando tras la
misma frecuencia. Me llama la atención también el manejo del volumen, Paso
Viejo no abusa de este detalle sino maneja un ritmo y volumen cuidados que
permiten apreciar mejor los arreglos de los instrumentos. “Agua de Oro” resulta
un disco pesado pero ligero, la banda pasa de la calma a la velocidad y de lo denso a lo ligero
ejemplarmente. Algo bien enunciado en el tema “La Tensión”: las canciones
apuntan hacia lo concreto desdibujando las líneas de lo genérico.
Bajo el modo de vida actual en la
periferia (zonas industriales, contaminación, la ausencia de espacios verdes y
la sobre-población) cierta música se convierte en un reflejo del escape, los títulos
de estas canciones apuntan a eso, el titulo como referencia al municipio cordobés
del mismo nombre (no me queda claro, pero la foto de la portada parece haber
sido tomada en el mismo lugar) o Caraguatá, tanto por la localidad uruguaya
como por la planta, nos dirigen a espacios verdes envueltos en otras energías.
Paso Viejo está actualmente
formado por Axel Keller (Bajo y Guitarra), Diego Grether (Guitarra y Bajo,)
Gonzalo Casalinuovo (Guitarra y Bajo) y Matias Bares (Batería). Agua de Oro fue
presentado en diciembre (tanto en vivo como en formato físico) marcando además
los primeros 5 años de vida de la banda.
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