martes, 2 de agosto de 2016

Reseñas: Los Olivos, grabaciones espontaneas y películas imaginarias.

Juan Pablo Aragon y Sandra Villarreal recorren diferentes caminos personales y musicales para llegar a Los Olivos, se encontraron en una muestra fotográfica (segunda gran pasión de ambos) habiendo ya entablado algunos intercambios a través de la red, tiempo después entablan  una relación y se proponen  grabar sin ningún libreto, simplemente dejando que todo surgiera. Al igual que muchos otros juegos de pareja el dúo fue grabando sin prestar mucha atención hasta llegar a tener 50 tracks grabados. Sus senderos musicales si bien son distintos no están tampoco tan lejanos, Juan Pablo es parte de Pilotocopiloto el dúo de sonidos volátiles instrumentales que ha  manufacturado un par de buenos discos; Sandra fue también la otra mitad de Registros Akasikos otro dúo que , que lanzó un genial debut titulado "Marianas en el 2014 , un disco imbatible de sonido "shoegaze".

El proyecto nace como un juego donde no existe composición ni ensayo. El juego consistía en grabar una guitarra y dejarle carta abierta al otro a continuar el tema grabando una nueva pista que se iría sumando a la primera, y así, sin un límite preciso de guitarras o instrumentos los temas se fueron armando a sí mismos, creando una especie de soundtrack de una película que no existe.

Sin embargo cambiar el orden de los componentes si altera los resultados, ya que por suerte la música es un juego mas humano que matemático, con esto quiero decir que mas allá de los referentes que tenemos de estas dos personas, esta nueva combinación  nos da un sonido totalmente distinto. Tomando en cuenta la impronta del disco, la idea libre de creación y grabación, no hay un proceso de prueba y error como usualmente se hace (grabación, corrección, post-producción) , en vez de esto las canciones han quedado cristalizadas en su primer momento, en un instante único e irrepetible.


Al no haber una lógica comercial, ni un canon establecido de composición este disco brilla por la ausencia de lo que llamaríamos un single , es decir, usualmente los discos hechos bajo un formato para radio comercial tienen una canción que resalta sobre las otras, aquí no la hay, por esto cada composición  esta hecha  con la misma energía. La refinación que hubo posiblemente fue del total de 50 temas pasar a los 23 finales que componen este debut, seguramente los mejores terminados o los que Juan Pablo y Sandra  sintieron representaban mejor el espíritu de espontaneidad de las grabaciones.

Los Olivos es un disco principalmente construido con bases de guitarra, sumándole algunos pequeños detalles en sintetizador y si no me equivoco las voces ocasionales de Sandra. Personalmente no podría nombrar un tema como favorito o preferido, creo que este trabajo como una experiencia conjunta es excelente, la mejor manera de disfrutarlo es escucharlo entero dejando que las canciones pasen en su propio lento y contemplativo ritmo.

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