"Hace más de 20 años que con Juan venimos participando de proyectos independientes de la escena montevideana (ya ambos pasamos los 40), somos relativamente pocos en en Montevideo (millón y medio aproximadamente) pero esta ciudad es una fuente de bandas, solistas, proyectos casi inabarcable." Así comienza Martín Recto una de las mitades de Chino a presentar su banda, su país musicalmente y también su nuevo disco, Chino es un proyecto uruguayo mutante durante al menos una década que constantemente ha ido cambiando de nombres y de ideas manteniendo sin embargo la familiaridad con la experimentación-"Desde el comienzo trabajamos con la repetición, con frases de algún elemento repetido (generalmente la base), y algo más (samplers de guitarras o baterías grabadas previamente) también repitiéndose y desfasándose hasta lograr que lo que sucede tome un nivel de abstracción mayor a la suma de elementos por separado, diría que sí hubo cambios, pero eso no necesariamente está relacionado con el nombre del proyecto. El nombre a lo largo de estos diez años cambió varias veces (Houdini, Hering, Chino), pero por alguna razón Chino se hizo más estable."
El disco como objeto se ha mantenido y logrado sobrevivir pero su formato no ha sido explotado y explorado lo suficiente como obra, la industria musical nos acostumbro a verlo como un objeto muerto el cual no tiene mas allá de algún detalle estético ninguna interacción con el escucha. La tecnología nos ofrece plataformas que pueden ayudar a expandir esa idea, sin embargo el disco virtual termino siendo mas frió aún que el físico, un enlace que terminar siendo apenas una transmisión de datos que se comprimen y se descomprimen a través de la red sin terminar de impactar del todo. En "18 de Roxlo" (tal vez el tercer disco de Chino, aunque esto puede ser incorrecto) Juan y Martín con la ayuda de su "guru digital" logran plasmar muchas de sus inquietudes musicales y estéticas de una manera mas lúdica "La forma de editar el disco en la plataforma de fyslab fue una propuesta de nuestro gurú digital: Fabián Barros Andrade, quien ya trabajó con nosotros en varias oportunidades en estos años, y nos voló la cabeza. Nos pareció muy Chino. Ajustamos la idea un poco más, y él la desarrollo"
Si tomamos el disco como tal en su estado original ya hay de sobra una idea lúdica donde los elementos son usados a gusto, los dos integrantes de Chino ejecutan la guitarra y la batería, las voces no son cantadas sino en vez tomadas de diferentes fuentes y ejecutadas a distintos tonos y velocidades para lograr un efecto particular -"Ese ejercicio lo venimos haciendo desde un comienzo, y si lo vemos desde un lugar, la psicodelia, el noise también son elementos que siempre estuvieron. Lo que sí fuimos cambiando fue instrumentos (en Hering Juan tocaba guitarra, en Chino bajo), e incorporamos uno nuevo, el “kiosk”, que es una chapa sobre unos caballetes sobre la cual tenemos unos bulones cuyo sonido amplificamos con un micro de contacto intervenido por un par de distorsiones, dándole un aire más industrial a la propuesta. Ese sonido está muy presente en 18 de Roxlo."- De esta manera el juego siempre esta presente en todas las canciones, la ejecución formal de los instrumentos esta mezclada con la intervención de los mismos convirtiendo el sonido en un ente manipulable.
Yendo a la parte B del disco y entrando a la plataforma Fyslab, Chino rompe la barrera clásica entre el artista y el escucha y nos ofrece la posibilidad de intervenir sus canciones de una manera básica y divertida, canción a canción el escucha puede con apenas mover el mouse sobre la pantalla deformar la canción a su gusto- "El hecho de que se pueda jugar con pitch (tono) y tempo del audio le permite a quien escucha ser un músico más y poder jugar con los elementos con los que nosotros venimos investigando en este tiempo. Es un pasar nuestras propias inquietudes a otros, y ver qué sucede. Al mismo tiempo, el arte gráfico también se interviene en la plataforma de manera bastante abstracta"- Uno puede fabricar, quedándose en un punto particular del rectángulo, sus propias versiones o bien divagar de lado en lado hasta la locura poniendo de manifiesto la distorsión del mensaje como manipulación del contenido
Aunque vivimos en una época que cada vez permite la interacción y manipulación constante es curioso como nos adormilamos, la tecnología termina funcionando como un distractor, el usuario es usado. Romper con esta cadena es importante, desde la música discos como este ayudan a quebrar barreras, como manifiesta el este dúo: "Siempre hay gente que busca cosas, que te interpela como escucha, espectador, que genera cierta incomodidad para mi muy necesaria en una propuesta artística. Querés confort, prendé Netflix."