Uno de los grandes problemas de la música moderna es la poca "reacción" de esta hacia su realidad. Cada década anterior ha tenido una representación a través del arte y la música no ha sido la excepción, movimientos como la música industrial o el punk son vistos como respuestas directas a las situaciones sociales y humanas de cada una representando reacciones y maneras de expresión. A partir del siglo XXI hemos vivido un fuerte proceso de descontextualización de nuestra realidad, factores importantes para que esto sucediera vinieron de la mano de la inmersión del hombre en lo "virtual" y la eterna nostalgia por el pasado tan bien expresada por Simon Reynolds en "Retromania". Sin embargo ha habido algunos movimientos contemporáneos que pueden ligarse fuertemente a nuestra época; la música experimental, si bien no es un nombre nuevo se ha encargado de ofrecer una alternativa a lo tradicional y establecido.
Foto tomada archivo Festival Integraciones |
Resulta curioso que aún sea difícil ver la música mas allá del canon tradicional del rock ( guitarra, bajo, batería); Alan Courtis ha hecho una carrera que si bien incluso jugó con ese esquema ( en su recordado grupo Reynols), desde siempre ha tratado de romper con lo convencional y construir nuevos modelos de orquestas: desde sinfonías de un millón de pollos, grabaciones de cintas infinitas. a paisajes industriales modernos. Los galpones, es dentro de sus obras uno de los discos mas accesibles y a la vez inquietantes; a través de instrumentos como : guitarra eléctrica y acústica, violín, percusión, resortes y procesamiento de sonidos, Courtis construye una forma sonora mas allá de lo armónico. Las cuatro composiciones que conforman este disco guardan una estrecha correlación en términos de sonido y extensión, dos piezas largas: Hombrear y Estiba tienen la misma duración mientras que las otras dos: Aparcero y Corralon llegan apenas a los cinco minutos.En el disco, progresivamente el sonido se va haciendo opresivo, Alan fabrica ritmos desde bases poco convencionales, el sonido es sucio y remite a paisajes industriales pero de a poco mientras pasan los minutos cada elemento se va a organizando para lograr un orden. Es así como este disco refleja el paisaje urbano de las zonas industriales, donde a la par de la vida humana el ruido del metal, el agua, y las maquinas secretamente crea melodías.
Alan Courtis además de músico es un gran receptor, su trabajo además de crear es reconstruir los sonidos que lo rodean en el día a día. Su papel en muchos casos es ser un transmisor; esto reivindica el papel de la música como un espejo del mundo, curiosamente son este tipos de sonidos mas abstractos los cuales representan mejor las situaciones y paisajes del siglo XXI, en Los Galpones desde la fotografía de portada tomada por el mismo Courtis nos encontramos con un paisaje donde lo rural se mezcla con lo industrial, la lucha de estos dos sectores se asemeja a fuerza y oposición entre los sonidos que se usaron para grabarlo los cuales eventualmente encuentran una forma final.
Los Galpones ha sido lanzado en edición en vinilo limitada a 300 copias por el sello de Brooklyn "Fabrica Records" dedicado a la promoción y edición de musica experimental, recomendamos para conocer mejor su trabajo su compilación: V/A: YOU ARE WELCOME HERE
Los Galpones ha sido lanzado en edición en vinilo limitada a 300 copias por el sello de Brooklyn "Fabrica Records" dedicado a la promoción y edición de musica experimental, recomendamos para conocer mejor su trabajo su compilación: V/A: YOU ARE WELCOME HERE
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