Alejandro Elizondo y Luis Angel Martínez, los dos personajes detrás de “Los Mundos”, son de esos músicos que parecen siempre estar trabajando en algo. Gracias a eso han amasado una extensa discografía (a ritmo de un lanzamiento por año) desde que debutaron en el 2011 con su disco homónimo; de hecho, su primer gran clásico, el himno melómano “Ni un segundo más sin música”, cumple ya siete años de vida. Sus dos últimos discos “No hay quien se salve” (2015) y “Las Montañas” (2016) han dejado un poco ese lado “divertido” para adentrarse en melodías y temas densos; ya desde las portadas hay un guiño directo hacia la psicodelia. Sin embargo “Rompe tu guitarra”, el primer adelanto de su octavo trabajo “Ciudades Flotantes”, parecía mostrar vuelta a esos primeros años donde las referencias al sonido rock guitarrero era palpable en las letras y los acordes.
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| Foto por Thom Díaz |
De cualquier manera, ese era apenas el abrebocas de un disco al que el dúo ha dedicado casi dos años, la mayor cantidad de tiempo que han puesto en un disco. Hay que partir de la base de que Alejandro y Luis se conocen muy bien a estas alturas, lo que comenzó como un intercambio de ideas a la distancia es hoy un dúo solido con capacidades muy definidas. Hay dos lados que han explorado y desarrollado durante su carrera: el primero, y con el cual comenzaron, es ese costado sensible y divertido donde usualmente sus temáticas son el fanatismo musical o las cosas simples de la vida diaria; el segundo, que represente sus últimos años, muestra su faceta pesada donde usualmente abordan temáticas ficcionales y ancestrales.
Aunque el primer single parecía mostrar que “Ciudades Flotantes” iba a marcar un regreso a esas primeras épocas el disco entero muestra todo lo contrario. Si bien algunas canciones son más rápidas y potentes que otras creo que el disco en general se distingue por el uso de un sonido pesado y denso que varía dependiendo del tono del tema. Hay también una sub-temática de la que siento “Rompe tu Guitarra” no hace parte, por ejemplo “Insecto Nuclear”, tema con el que abre el disco, es una fábula futurista/apocalíptica. El siguiente tema “Perros de la Nostalgia” aumenta la velocidad, pero continua con las referencias espaciales y cinemáticas, algo que se repetirá durante el resto del disco.
Al igual que otros de sus discos este trabajo está influenciado por la ciencia ficción (no sobra recordar que “Las Montañas” su disco anterior, tenía al menos 3 temas inspirados en HP Lovecraft), Alejandro y Luis encuentran en la música un terreno para llevar su fascinación por lo sobrenatural, el espacio y el futuro. Aunque su base musical es sencilla el dúo sabe sumar detalles para no caer en lo monótono, por ejemplo, la canción “Los Mundos” cuenta con una sección de cuerdas que logra cambiar el ritmo, hasta ahí, trepidante. Esos detalles hacen que canciones como “Lenta Combustión”, condimentada con unos teclados espaciales, o “El oro de los Tontos”, sumando la voz de Bianca Villareal, se contrapongan a la rapidez y potencia de canciones como “Amantes de la Sangre”, “Valak” o “Ciudades Flotantes”.
Aunque creo que “Ciudades Flotantes” tendría más coherencia sin “Rompe tu Guitarra”, un buen tema sin dudas pero que no encaja en el sonido y temáticas del disco en general, este es un disco con bastante cohesión. La portada, hecha por el estudio A1 Design, funciona como una buena pantalla visual de varias de las temáticas que trata el álbum. En los histórico para Los Mundos “Ciudades Flotantes” los muestra como una banda capaz de construir su propia historia y mantenerse constante a través de los años.
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