A pocos días de iniciar una serie de presentaciones por Chile, rescatamos esta entrevista que hicimos a la banda uruguaya
Danteinferno. A pesar de haber estado inactivos durante algunos años, a finales del año pasado el trío compuesto por Francisco Coelho (guitarra y voz), Martín Recto (batería y kiosco) y Javier Gerfauo (bajo) retomó actividades. Además de grabar un disco doble (del cual ya lanzaron la
primera parte),
Danteinferno organizó una gira que los llevará por algunas de las principales ciudades de Chile; enlazando así esta nueva aventura con las primeras giras que hicieron hace casi dos décadas por Brasil.
-DanteInferno está cerca a cumplir dos décadas de historia, si bien los últimos ocho años han estado inactivos creo que su carrera recorre varios momentos de cambio tanto del panorama musical uruguayo como de países vecinos (Chile, Argentina, Brasil, lugares en los que han tocado y en los que han tenido contacto con otras bandas y sellos) ¿Qué creen ha cambiado en este tiempo, tanto en Uruguay como a nivel regional?¿Consideran que ha habido una apertura hacia sonidos menos convencionales, hay nuevos espacios fruto del Internet, o tal vez no tanto como parece?
Mi parecer está lleno de subjetividad pero siento que los artistas cantan con voz más propia. la diversidad por la búsqueda de lo auténtico es honesta y bienvenida. En cuanto a la escena, sin dudas Internet ha abierto las posibilidades a que los diferentes circuitos crezcan. El hecho de que intereses más específicos (interés en cuando a diferentes sonoridades) puedan tener su medio de expresión, y que al mismo tiempo, personas de diferentes lugares puedan acceder a esas propuestas, está ayudándonos a generar conexiones, a juntarnos. De todas maneras, sigue siendo todo a escala pequeña-mediana. Aún, al menos a las diferentes escenas a las cuales nosotros accedemos, no existe una red sólida donde las diferentes bandas estemos implicadas, y podamos circular de sur a norte de Latinoamérica, y que de alguna manera esas giras puedas ser autosustentadas. Sí existen personas específicas (más que antes) en los diferentes países, con una disponibilidad enorme a que esto suceda. Gente importante. Asimismo, las generaciones más nuevas tienen a la colaboración como un valor mucho más presente. Más que nosotros y mucho más que bandas de generaciones anteriores a la nuestra.
-En un caso como este esquivar la cuestión del tiempo me parece difícil: ¿Cómo encaran la composición ahora que, me imagino, son personas grandes con preocupaciones más adultas, en comparación, por ejemplo, de la época en que lanzaron su primer EP (Happy Easter, 2005)?
La cuestión del tiempo es imposible esquivarla, y es algo aparte, que nos interesa en particular. La composición en Dante siempre fue bastante diversa: zapadas, a partir de bases, a partir de Pancho que traiga algo más armado. Eso la verdad que no cambió. De hecho, fue bastante loco que de la primer juntada que tuvimos después de 8 años, hayan salido unas 8 bases, que a posteriori fueron las bases de la mayoría del disco que grabamos. Sí considero se puede notar una madurez en las composiciones, y en su interpretación, tocamos mejor que hace 15 años. De todas maneras Happy Easter me parece un disco con unas canciones increíbles por más que suene súper grotesco y XXX lo-fi todo.
-La formación de Dante Inferno ha ido variando con los años; no obstante, el trio que grabó su más reciente disco, Celeste Lado A, tiene un recorrido muy amplio tanto en proyectos underground de Montevideo como en bandas de más resonancia, incluso internacionalmente. Creo que aunque puede parecer una pregunta obtusa o un cliché, ¿consideran que el estilo de vida uruguayo (un país pequeño, menos gente, una comunidad que usualmente es vista como relajada y progresista —por decirlo de algún modo—) influencia la manera en que hacen música y los proyectos que han ido desarrollando durante estos años?
Es indudable que el contexto político-económico influye en la vida de las personas, y lo que cada uno hace, será (entre muchas otras cosas) reflejo de ese momento. Creo que el ser un país chico y con un mercado musical tan reducido te permite, es saber de antemano que muy probablemente no vivas del dinero que genera tu producción musical, lo que te hace poder vivir tu expresividad con mayores libertades compositivas, sonoras. Aunque ahora pensando, eso también es relativo, porque de repente teniendo mayor acceso a recursos, te permite manejar más variables para poder expresar tu idea. En definitiva lo que realmente importa es eso, una idea. El resto es manejar tus recursos lo mejor que te salga para poder expresarla.
-Este año van a lanzar un disco en dos partes, del cual ya lanzaron el lado A. La grabación fue hecha en un entorno rural y creo que a pesar de que el sonido es bastante crudo hay en cierto modo un toque “orgánico” — en el sonido— y una cierta aproximación hacia lo rural, ¿fue pensado llegar a ese sonido y estilo lírico? ¿Pensaron estos dos discos de una manera unitaria, conceptual o con un enfoque en mente — es decir, la idea de transmitir o plasmar algo puntual— o hubo un desarrollo más bien espontáneo?
Fuimos al campo en búsqueda de algo. Hubo mucho de ver qué tenía el lugar para decirnos y componer – interpretar a partir de eso. Ese horizonte lejano, los sonidos del campo, el no tener nadie a kilómetros de distancia fue parte de lo que pasó. Hay bastante improvisación en el disco. Generamos un montón de material de donde luego elegimos, y en algunos casos sobregrabamos. Pancho escribió las letras de algunas piezas ahí. Generamos un estado. Al mismo tiempo, aparte de nosotros 3, viajó Sofía Peluda, quien registró vídeo. A la noche nos juntábamos y Sofía proyectaba lo trabajado en el día en alguna locación de aquel casco de estancia. Eso era registrado a su vez. Toda aquella dinámica hizo que se lograra la sonoridad que se logró.
El disco lo grabamos en grabadores digitales TASCAM de estos chiquitos (DR 40), lo que hace que el disco tenga un sonido casero, pero que en aquel contexto, le dio una calidez a nuestro gusto muy interesante. El estilo lírico Pancho fue desarrollándolo en la medida que la música aparecía. Todas las letras tienen que ver entre ellas, y al mismo tiempo, con la propuesta sonora. En cuanto a este primer disco, incluimos aquellas piezas que entendimos lo hacían funcionar como un todo.
-Este primer lado de Cesleste cierra con una versión musical de un poema de Martín Batalles ¿Por qué decidieron incluir esta especie de musicalización de un poema? ¿Qué sienten que representa en relación con las otras canciones?
Es bastante clásico de la banda incluir en nuestros discos algún tema acústico que luego trabajamos eléctricamente y lo tocamos en esta nueva versión. De hecho, muchas veces para el siguiente disco lo grabamos nuevamente arreglado para este nuevo formato. En el caso de
No Vale Vichar, la idea fue de unos colegas que invitaron a Pancho a participar de un disco donde se musicalizarían poemas de
Martín Batallés y ahí grabamos esto. Nos gustó tanto como quedó, que decidimos usarlo para cerrar
Celeste lado A. Es eso, el aterrizaje de aquel viaje que propone el disco.
-Están a pocos días de comenzar una gira por Chile; aunque es una pregunta un poco cliché: ¿cuáles son sus expectativas con esta gira?
La expectativas con la gira son altas; Dante era una banda que giraba bastante hace años. Las giras han sido experiencias que nos han forjado como personas. Hemos transitado situaciones y conocido personas de las cuales no nos olvidaremos jamás. Esta va a ser nuestra primer salida de casa desde la reunión. Estamos muy contentos de cómo suena la banda y preparamos un set compacto para Chile. Salir de Montevideo a exponernos ante gente que no nos conoce nos resulta muy estimulante. Además, es como una residencia: tocar 4 días seguidos, teniendo tiempo completo para dedicarle al proyecto (poder afinar lápiz en cuanto a la propuesta estética, en cuanto a qué queremos decir) va a fortalecernos como grupo y como artistas. Al mismo tiempo, conocer gente, bandas, circuitos de otros lados de Latinoamérica que andan en búsquedas similares a las nuestras ayuda a no sentirse solos. Hay que fortalecer la resistencia. Latinoamérica está muy bastardeada, necesitamos juntarnos.